El proceso de la comunicación 360° implica una primera fase de diagnóstica de la organización con la que se va a trabajar, a modo de radiografía, en una tarea que implica tanto trabajo de investigación en medios de comunicación, bases de datos e internet, como entrevistas con diferentes miembros de la organización y puesta en común del equipo. En esta fase se define el objetivo de la comunicación en función de las necesidades y objetivos de la propia organización.
En una segunda fase se realiza una planificación definiendo el mensaje, los segmentos de la audiencia a los que se orienta y los medios y canales que se emplearán para difundirlo de forma permeable. Posteriormente se lleva a cabo la ejecución de la comunicación 360° y se gestiona de acuerdo a los requerimientos y posibilidades de la empresa.
Por último, de forma paralela a todo el desarrollo del proceso, se realiza un análisis de los resultados y se adapta el plan. La flexibilidad es la clave para que la comunicación sea eficaz y consiga enganchar con el público objetivo.